¿Cómo cuidar una escayola o una férula?
Las férulas y las escayolas son sujeciones que se usan para proteger las lesiones de los huesos y/o los tejidos blandos. Las escayolas (o yesos) rodean por completo la zona lesionada a modo de coraza rígida y dura, mientras que las férulas proporcionan un soporte rígido tan sólo por alguno de los lados, con zonas de vendaje elástico en medio.
Las férulas suelen usarse en las fases post-operatorias inmediatas o inmediatamente tras la lesión, cuando hay más posibilidades de que se produzca inflamación, porque se adaptan mejor a esta situación.
Cuando sea necesario inmovilizar alguna parte del brazo, su Cirujano de Mano decidirá cual es la manera más apropiada de hacerlo.
Materiales
Las escayolas están hechas con yeso o fibra de vidrio. La mayoría, además, han de tener una capa de tejido blando y almohadillado bajo la dura capa de yeso para proteger del roce.
Se pueden realizar radiografías con la escayola puesta. Aunque pueden ocultar algunos detalles sutiles de la radiografía, en ocasiones es necesario y más beneficioso que retirar la escayola para realizarlas.
Las férulas también están hechas con estos materiales o con plástico, tela o aluminio. Pueden ser preformadas o hechas a medida. Suelen venir en una gran variedad de formas y tamaños para adaptarse a las necesidades específicas de cada caso.
La inflamación y las escayolas
La inflamación producida por la lesión o la cirugía suele ser más llamativa durante los 2 ó 3 primeros días. La inflamación puede causar un aumento de presión en la férula o la escayola, haciendo que aumente la sensación de estar más apretada.
Para ayudar a disminuir la inflamación, debe mantener la mano y el brazo en alto (por encima del corazón) utilizando un cabestrillo, unas almohadas o cualquier otro mecanismo de soporte, si es posible. La elevación de la mano ayuda al drenaje (por la fuerza de gravedad) de la sangre y demás fluidos que provocan la inflamación. La elevación también puede disminuir el dolor.
Si la inflamación incrementa demasiado, la escayola o la férula pueden llegar a apretar demasiado.
Los siguientes signos o síntomas deben vigilarse y, si aparecen, debe acudir al Servicio de Urgencias o contactar con su doctor lo antes posible:
- Dolor muy severo o que empeora, a pesar del tratamiento analgésico correcto.
- Hormigueos y calambres continuos en la mano o los dedos.
- Quemazón, punzadas o escozor continuos.
- Inflamación severa de la mano o los dedos y/o cambios de coloración en los mismos.
- Dificultad para mover la mano y/o los dedos.
A veces, si la escayola está muy apretada o muy suelta cuando la inflamación baja, puede ser necesario cambiarla.
Cuidados de las escayolas y las férulas
Mantenga la escayola limpia y seca y NUNCA introduzca objetos en su interior para rascarse. Lo contrario puede provocar irritación de la piel, heridas e infecciones severas.
Una escayola húmeda puede reblandecerse y perder su función.
Use bolsas de plástico o protectores de escayolas a prueba de agua y selle la bolsa o los protectores con gomas elásticas o esparadrapos resistentes al agua a la hora del aseo. Procure mantener el brazo en alto para que el agua no penetre en la bolsa.
Aún con estas medidas, no es infrecuente que la escayola acabe mojándose por lo que lo más recomendable es evitar el contacto directo con el agua y enjabonarse y aclararse las distintas partes del cuerpo con una esponja.
No mantenga la escayola cubierta mucho tiempo para evitar que la humedad del propio sudor acabe enmoheciéndola.
NUNCA afloje, recorte o retire la escayola o férula por su cuenta. Si los bordes de la escayola le molestan o provocan irritación, consulte a su doctor, que le proporcionará una solución con los instrumentos adecuados.
Si su escayola presenta grietas o partes que se han reblandecido consulte a su doctor por si necesita ser reparada o cambiada.
Retirada de la escayola
NUNCA retire la escayola o férula por su cuenta. Puede cortarse o complicar la curación de sus lesiones. Las inmovilizaciones (escayolas, férulas,…) sólo han de retirarlas los profesionales con adecuado entrenamiento y herramientas.
Las escayolas se retiran con una sierra de yeso especial que no provoca cortes en la piel.
Recuerde que las escayolas se ponen para proteger su lesión mientras cura. Es sólo una molestia o inconveniente temporal con el objetivo de ayudarle a recuperarse.